Cuando decidí que iba a estudiar Traducción e Interpretación (licenciatura universitaria), hubo gente que pensó que quería ser actriz. Esta confusión no es sino el reflejo del desconocimiento que tiene la sociedad en general de esta profesión. Sin embargo, choca esta ignorancia con la historia de una actividad humana antiquísima que se remonta a la Prehistoria.
No hay que olvidar que traductores e intérpretes han propagado el conocimiento; han construido puentes entre las naciones, razas, culturas y continentes; han abierto nuevos horizontes y han ampliado la visión de la realidad del mundo. A pesar de todo esto, su labor no está tan reconocida como la de otras profesiones.
Así que, hoy en día, nos seguimos asombrando cuando nos dan unos plazos imposibles para traducir textos, porque “el texto ya está ahí, sólo es pasarlo a otro idioma”, pero es que traducir no es palabra por palabra, es ir más allá.